¿Qué hay detrás de un niño excitado y distraído que no puede concentrarse para aprender?.
Todo proceso de aprendizaje implica un cierto grado de sufrimiento y angustia, ya que el adquirir conocimientos conlleva el pasaje por un momento de desorganización.
Los síntomas escolares son uno de los modos que tiene el niño para expresar distintos grados de sufrimiento. En los últimos años se viene diagnosticando a muchos niños como Trastornos de déficit de atención e hiperactividad, lo que lleva a medicarlos desde edades muy tempranas. Este diagnóstico se realiza generalmente sobre la base de cuestionarios realizados por padres y /o maestros, y el tratamiento que se suele indicar es medicación y modificación de conducta. Pero, ¿qué les pasa a estos niños?, ¿qué dificultades tienen?, ¿qué es lo que para los otros es angustiante?. Creo necesario que nos ocupemos de estos niños, que no nos conformemos en moldearles la conducta, que precisemos y profundicemos en lo que les ocurre.
Cuando un niño afirma «soy TDA» o una madre dice «mi hijo es TDA», esta denominación está otorgando a este niño una identidad que lo unifica a una enfermedad y a la dependencia de un fármaco.
Los niños desatentos e hiperactivos no pueden ser agrupados en un diagnostico único, porque cada uno de ellos tendrá sus motivos particulares para no atender en clase. Considero que este diagnostico engloba diferentes patologías. Hay controversia entre profesionales que defienden la existencia de TDA/TDAH como categoría diagnostica con causa orgánica y aquellos que creemos que en esta entidad se agrupan múltiples expresiones de sufrimiento infantil que merecen ser consideradas en su singularidad y tratadas teniendo en cuenta su multideterminación.
Es muy importante rescatar la subjetividad y singularidad de cada niño. El tratamiento es muy diferente si pensamos, por ejemplo, que un niño no atiende en clase porque está pendiente de las peleas entre los padres, a pensar que lo que le ocupa su atención es la búsqueda de aprobación, o que está invadido por fantasías. Las intervenciones que el psicólogo serán adaptadas a cada caso.
Mª Carmen Pérez Sánchez
Psicóloga Clínica